El debate en torno al límite entre la naturaleza y la cultura -y la tecnología-, es central del mundo contemporáneo. A su vez, éste adquiere ribetes particulares cuando pretendemos hacer del cuerpo humano nuestro tema de análisis. En este trabajo defino dos posibles abordajes de esta problemática: 1- El modo moderno; 2- el modo posmoderno -el cual surge como una respuesta crítica al primero. A grandes rasgos, el modo moderno se caracteriza por la posibilidad de establecer límites claros entre lo que correspondería, por un lado, al orden de la naturaleza y, por otro, al orden de la cultura -y la tecnología. El enfoque posmoderno cuestiona la pretendida capacidad del modernismo de poder establecer efectivamente estos límites o fronteras. Por lo menos dos procesos confluyen para hacer de este enfoque un discurso posible. En primer lugar, el quiebre epistemológico producido por el psicoanálisis y el giro lingüístico. A partir de allí se pondrá en duda la posibilidad de acceder a la naturaleza de modo objetivo. En segundo lugar, el desarrollo de las nuevas tecnologías, nos pondrá ante la dificultad de establecer características ontológicas distintivas entre un orden y otro. La idea de este trabajo es poder enfocar estos debates en la noción de cuerpo. Para ello me posicionaré desde una perspectiva feminista posmodernista tomando los aportes de B. Preciado y J. Butler, y, sobre todo, los de la figura de cyborg, trabajada notablemente por Donna Haraway.