Pareciendo hacerse eco de las palabras que José Martí escribiera en Nuestra América: “No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la Naturaleza”, Arturo Jauretche considera que la dicotomía sarmientina no se ajusta a la realidad argentina, sino que la falsea con el objetivo negar la cultura americana, justificando su sustitución por la europea. Sobre esta base, mostraré que la crítica de Jauretche no se limita a tomar partido por la parte negativa de la “zoncera madre” (la barbarie), sino que postula un nuevo principio de interpretación para juzgar los acontecimientos políticos del país, el de lo nacional frente a lo colonial, disolviendo y reformulando las dicotomías tradicionales. A su vez evaluaré, a partir de la filosofía de la liberación, la concepción jauretcheana de “lo nacional”. Considero que, para Jauretche, el “pueblo argentino”, como sujeto cultural nacional auténtico, está constituido por las masas campesinas mestizas, los gauchos, mientras que las poblaciones indígenas sólo aparecen en sus escritos como dignas de recibir cultura, nunca de ofrecerla. Sostengo que este límite del análisis jauretcheano se debe a su confianza en un desarrollismo tecnológico que difícilmente podría dar respuesta al interrogante clásico de Rodolfo Kusch: ¿cómo asumir un sujeto cultural homogéneo en un país en que, ante una sequía, el criollo le propone al indio la instalación de una bomba de agua, y éste la rechaza como un objeto sin sentido, confiando en sus ritos para invocar a la lluvia? Este trabajo pretende ser un pequeño aporte en el desafío de pensar un “pueblo” y una “cultura” no homogéneos en la Argentina.