Durante la segunda mitad del siglo XX junto a la transformación de las sociedades disciplinarias y de control durante el capitalismo financiero y postfordista la biología y la medicina, comenzaron a reformular sus objetos de estudio en el marco de las nuevas teorías de la información. Se comenzó a gestar lentamente un nuevo dispositivo sanitario que entrelaza estrategias biopolíticas de población y anátomopolíticas del cuerpo a fin de lograr la normalización y privatización de la enfermedad entendida como un enemigo desconocido y latente. Por medio del avance de la tecnología, a través del desarrollo de la genética, la intervención y modificación de los cuerpos han comenzado a ser posibles, y cada vez más 'accesibles'. Esta accesibilidad a la intervención del cuerpo y la privatización de la enfermedad, entre otras cuestiones, han ido moldeando nuevas exigencias (de peso, de alimentación, de cuidado de la salud, de vestimenta, estilo de vida, ejercicio, etc) para poder cumplimentar y encajarse dentro de este nuevo dispositivo sanitario. Por lo tanto, en este artículo, describiremos como se construyen los objetos y las subjetividades que operan dentro del dispositivo sanitario, en tanto composición de una formación discursiva, que puede observarse en el discurso publicitario de la prensa televisiva de aire en Argentina durante un período del 2011.