Las migraciones internacionales contemporáneas pueden ser analizadas desde diversas perspectivas y enfoques: por lo general los estudios se centran en la integración a la sociedad de destino, en el acceso y trayectoria laboral, la perspectiva de derechos, entre otros. Este trabajo se propone analizar las prácticas sociales y culturales de los inmigrantes chilenos recientes. Si bien la migración chilena hacia Argentina (tal como lo evidencian los datos estadísticos) a partir de los noventa comienza a descender, a partir de fines de esa década y comienzo de la siguiente, con la salida de la convertibilidad (y consiguiente pesificación) en Argentina, empiezan a registrarse nuevos ingresos de inmigrantes a los que denominamos “migración económica-cultural”, y constituiría la “tercera corriente migratoria” de Chile a este lado de la cordillera. Se trata fundamentalmente de migrantes jóvenes-adultos en edad laboral que, por un lado, observan la Argentina como una posibilidad de realizar sus estudios de grado o bien continuar con estudios de postgrado, y también observan, particularmente a Buenos Aires, como una ciudad que les ofrece una suerte de ampliación de “horizontes culturales”, donde se pueden desarrollar tanto en espacios profesionales como en ámbitos artísticos. Esto se vincula con las transformaciones que se llevaron a cabo en el país trasandino durante la dictadura (privatización de la educación pública, coerción y disciplinamiento de la ciudadanía, entre otros) y, cuyos efectos, aún perduran. Esta migración “económica-cultural” ha sido poco estudiada: perfiles, características, motivaciones, percepciones, representaciones, etc. En el marco de esta ponencia nos proponemos realizar un perfil socio-cultural, a la vez que abordar las prácticas culturales y sociales de esta nueva migración, las redes sociales y culturales que se van constituyendo, y van delineando las diversas formas de inserción en la sociedad de destino.