En 2003, un programa de becas de “acción afirmativa”, sin procedentes en Argentina, ha sido puesto en práctica por la Universidad Nacional de Cuyo, de la provincia de Mendoza. Otorga una nivelación académica al comienzo y una asistencia economía durante toda la carrera en función de índices socioculturales, en lugar de aplicar un criterio socioeconómico clásico (razones de pobreza). Los becarios provenientes de zonas rurales, algunos de los cuales pertenecen a comunidades indígenas huarpes, dejan su lugar de origen y así, de un modo repentino, se encuentran implicados en los desafíos, contingentes y emotivos, de la comprensión del nuevo entorno urbano y, a mediano plazo, de la adaptación a nuevas formas de vida. A pesar de ser todos hispanoparlantes, y habitantes de la misma provincia, dificultades de comprensión han emergido entre estudiantes de diferentes orígenes –rural y citadino– desde el comienzo del programa de becas en la Universidad. En este trabajo, hablo de “recién llegados” y no de migrantes porque el eje no es tanto la integración o la asimilación a mediano o largo plazo, sino más bien competencias y restricciones de personas para dar sentido y cooperar al llegar a un nuevo entorno. La investigación sobre la experiencia de los becarios ha comenzado en 2006 –los primeros resultados han sido plasmados en la tesis de Maestría de 2008 de la École des Hautes Études en Sciences Sociales y en publicaciones internacionales. La investigación en su fase doctoral desde 2009, con beca de CONICET, incluye el análisis de interacciones de los becarios entre sí y con docentes y no docentes en un aula de la Universidad; treinta horas de filmación están en proceso de análisis.