A los pocos años de recuperar su hegemonía luego de la caída del peronismo, las altas dirigencias obreras sufren una importante crisis. Sus causas, se han identificado con las políticas estatales propias de una dictadura y la fuerte ofensiva racionalizadora en importantes sectores de la economía –cada vez más internacionalizada– y del mismo estado. La pérdida de poder de las dirigencias sindicales nacionales se reflejó en una división interna que fracturó a la CGT (Confederación General del Trabajo) y en el surgimiento de sindicatos locales y regionales, sindicatos por empresa y corrientes sindicales rebeldes. Así, diversos abordajes históricos, políticos y sociológicos han ubicado gran parte de la dinámica general del sindicalismo argentino entre 1966 y 1973 en el enfrentamiento entre las dirigencias nacionales radicadas en la metrópoli y dirigencias del interior, situando al sindicalismo cordobés como el caso paradigmático. Lentamente han ido apareciendo estudios sobre otros casos locales que van poniendo en juego nuevos elementos para ampliar tal imagen bipolar. Como un aporte en tal sentido, en este trabajo se verá la dinámica inter-sindical en la zona de La Plata, Berisso y Ensenada enfocando: la CGT y la CGT de los Argentinos a nivel ‘centrales regionales’; las 62 Organizaciones Peronistas, el MUCS (Movimiento de Unidad y Coordinación Sindical) y otras de izquierda a nivel ‘agrupamiento políticos sindicales’; distintas organizaciones ‘intersindicales’ por sector -para el caso, estatales-, de carácter mucho más coyuntural.