Los patrones migratorios de los mexicanos que buscaban mejores condiciones de vida en los Estados Unidos han cambiado en las últimas décadas. La inclusión de otros sujetos migrantes como las mujeres y los grupos étnicos, combinada con el endurecimiento de la política migratoria por parte de los Estados Unidos son factores que han originado nuevas formas de analizar el fenómeno migratorio. Aunado a esto, en la última década y debido a la agudización de los problemas de inseguridad en México, particularmente al norte del país, se ha de agregar un nuevo patrón migratorio emergente, debido precisamente a un contexto signado por la crisis de inseguridad: la migración forzada. El capital social, entendido como “el agregado de los recursos reales o potenciales ligados a la posesión de una red social duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de mutuo apoyo y reconocimiento…” (Bordieu, 1986:249) ha sido estudiado como un factor importante con respecto a los migrantes y su inserción laboral en los Estados Unidos, sin embargo la irrupción de causas no del todo económicas como el patrón migratorio referido, demanda nuevas formas de mirar y comprender el fenómeno migratorio en la frontera Noreste entre Mécico y Estados Unidos. Las preguntas que guían este estudio son ¿Cuáles son las características particulares de la migración a Texas generada por la crisis de inseguridad en el Noreste mexicano? ¿Cómo influye el capital social de los migrantes en la decisión de migrar hacia Texas en un contexto de inseguridad? El objetivo de este estudio es caracterizar este emergente tipo de migración signada por la inseguridad en México, la migración forzada, y los factores asociados con dicho desplazamiento, incluido el capital social pre-existente de los migrantes en Texas. La metodología es de tipo cualitativo, con entrevistas semi estructuradas y un enfoque fenomenológico, dada la intencionalidad de respeto por las palabras de los informantes.