Con la expansión y desarrollo de la infraestructura digital a inicios de siglo, las industrias culturales han experimentado cambios significativos en la organización de la producción, circulación y distribución de sus bienes simbólicos. A nivel discursivo, estas transformaciones han venido acompañadas por ideas relacionadas con el ejercicio de la creatividad y autonomía a nivel productivo. En el caso de la industria de los videojuegos, la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación a su producción han resultado en la construcción y éxito económico del modelo de distribución digital, el cual ha sido apreciado por eliminar las barreras de entrada a la industria y por lo tanto promovido la innovación lúdico-artística del medio así como aumentado la oferta de mercado. Lo anterior también ha sido condición de posibilidad para el surgimiento de un sub-segmento independiente o de pequeña escala de la industria, caracterizada por su total flexibilidad en las relaciones de producción así como una alta volatilidad producto de la transferencia del riesgo de producción de casas publicistas a desarrolladores. En ese contexto, la siguiente ponencia se propone problematizar el discurso predominante a partir del análisis de las formaciones productivas que se construyen en torno a este modelo, la concentración de recursos y propiedad intelectual en la industria, y los problemas materiales (capital/conocimiento/tecnología/trabajo) con que se enfrentan los desarrolladores independientes durante el desarrollo de sus proyectos comerciales. En la cultura de la producción de videojuegos, los ideales de autonomía y control creativo se ven diluidos en el complejo y poco definido proceso de trabajo cognitivo/digital, la autoadministración del yo productivo así como las barreras técnicas y sociales que surgen de las relaciones contractuales con actores que concentran los medios de distribución, financiamiento y promoción del proceso productivo. Este trabajo forma parte de los resultados de una investigación doctoral sobre la cultura y política de la producción de videojuegos en el Reino Unido, a partir de una estrategia etnográfica multi-sitio que incluyó entrevistas a informantes clave, observación no estructurada de eventos organizados por la industria, análisis de weblogs y noticias de medios especializados de prensa.