Ante el desinterés y la incapacidad del Estado mexicano por buscar opciones que permitan a los pobres del campo continuar viviendo de la agricultura, la migración rural continúa con un ímpetu creciente. También los campesinos venden o pagan deudas con sus tierras a precios irrisorios, para quedar luego sumidos en la desesperación y la miseria. Junto con la tierra se van identidad y cultura. La Península de Yucatán es reservorio de la cultura maya, aunada a la de inmigrantes de distintas regiones. Por su clima cálido y suelos calizos ha tenido pocas opciones agrícolas, las que se han buscado a costa del desmonte de la selva baja subcaducifolia dominante. Así, la región más húmeda se ha dedicado a la caña, cultivo en crisis que están aprovechando los dueños de los ingenios para acaparar las tierras. Las áreas más secas han sido terreno de ensayo de varias opciones donde el cambio de uso del suelo hacia urbano y el abandono de las áreas más alejadas de las ciudades, tiene auge actualmente. El clima y suelo de la Península parecen propicios para la plantación de una oleaginosa que, en su lugar de desarrollo, ha sido la base para generar una cooperativa multipropósito que está generando un desarrollo local muy interesante. Se trata de la Jatropha curcas, árbol nativo que puede vivir hasta 50 años produciendo semillas con 50% de aceite y cuya pasta contiene más del 23% de proteína con buena digestibilidad. En Mazatepec, Morelos, se desarrolló la jatrofa no tóxica Doña Fernanda que es base productiva de la Cooperativa Biomázatl. De las pequeñas plantaciones de jatrofa la Cooperativa produce a través de sus asociados: aceite de alta calidad que se vende a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) como materia prima para bioturbosina; aceite para producción local de biodiesel; glicerina para varios usos; pasta proteica para alimentación pecuaria; lombricomposta como abono para aromáticas y hortalizas orgánicas de exportación. Además, en Morelos está plantada en terrenos pedregosos y de ladera, a los cuales ayuda a no erosionarse. La jatrofa es excelente secuestradora de carbono. De esta manera, la jatrofa ha sido el centro de una serie de nuevas actividades productivas que están proveyendo ingresos y alimentos a una pequeña comunidad que nunca ha contado con créditos ni apoyos. Nuestro objetivo es probar la Jatropha en terrenos desmontados de la Península, como cultivo agroforestal intercalado con calabaza, frijol y otras especies comestibles durante los tres primeros años mientras la Jatropha crece y entra en etapa productiva completa y posteriormente utilizar un esquema silvopastoril con ovinos. Promovemos el trabajo cooperativo. Tenemos dos años de avances.