La ciudad en el nuevo milenio se caracteriza por una tendencia generalizada hacia una metropolización expandida y descontrolada, que está produciendo configuraciones urbanas de fronteras difusas y extensión regional, de organización poli-céntrica y fragmentada, De Mattos C. (2010:175). Por otra parte, se asiste a un proceso de mercantilización del desarrollo urbano, con efectos físicos, sociales y espaciales. Expansión suburbana, el desarrollo de barrios cerrados en baja densidad, fragmentación física y clausura de los bordes de las nuevas urbanizaciones que promueve el mercado, intensificación de la segregación residencial con la homogeneización social del territorio en gran escala, se presentan como desafíos para la planificación y diseño del espacio residencial en nuestras ciudades. El tema de la densidad se muestra particularmente versátil en la interpretación de los fenómenos urbanos, logrando atravesar de manera eficaz las diferentes escalas analíticas que guían acciones de transformación. Es un indicador que permite conocer la evolución de las ciudades y por otra parte, intervenir en las mismas. Si bien no es posible establecer una densidad óptima, es determinante para garantizar la vitalidad urbana, para que se den relaciones interpersonales, como así también para lograr niveles de eficiencia en la provisión de servicios, equipamiento y espacios públicos (umbrales mínimos de densidad). Aun cuando determinados conjuntos habitacionales presenten los mismos valores de densidad, las condiciones de calidad residencial podrán variar en función de las decisiones de diseño que prevalecen en la organización espacial. Desde una perspectiva analítica objetiva, inciden los atributos en términos de diseño del espacio físico que presentan las intervenciones más densas. Otros parámetros donde intervienen diferentes aspectos para valorar la forma urbana y su densidad, se asocian con actitudes presentes en el imaginario colectivo la sociedad, y con la aceptación de un modo de vivienda colectivo, frente a otros tipos posibles e implican elecciones de carácter subjetivo. Frente al imperativo de cómo alcanzar condiciones de sustentabilidad en las ciudades y la paradoja entre la ciudad compacta (población concentrada y alta densidad) y ciudad vivible (población dispersa en baja densidad) este trabajo aborda la cuestión de: ¿Cómo promover una mayor densidad edilicia, manteniendo condiciones de calidad en el hábitat residencial? El objeto empírico de investigación incluye el análisis en profundidad de 15 casos de conjuntos de vivienda colectiva materializados en la ciudad de Córdoba – Argentina y diferentes formas de organizaciones espaciales implícitas en cada resolución proyectual. Evalúa comparativamente la calidad residencial propuesta considerando diferentes variables (previamente seleccionadas) que relacionan el diseño arquitectónico – urbano con los valores de densificación presentes en cada tipo de proyecto. Concluye formulando lineamentos de diseño y aportando criterios de densificación posibles de ser replicados, para alcanzar ciudades compactas, inclusivas, sustentables y equitativas.