Uno de los factores que caracteriza la heterogeneidad familiar cubana ha sido el aumento de la jefatura femenina de hogar, lo cual ha sido constatado en diferentes encuestas nacionales y censos de población y vivienda. De manera particular, un elemento que distingue la jefatura femenina de hogar en Cuba, consiste en la alta prevalencia de mujeres casadas o en unión consensual que ejercen este rol. Sin embargo, esta realidad ha sido poco estudiada en nuestro contexto. La presente investigación aborda el estudio de las relaciones de poder en parejas donde la mujer ejerce la jefatura femenina de hogar, teniendo en consideración los escasos estudios que existen sobre esta temática en parejas con esta peculiaridad. El objetivo general del estudio fue analizar críticamente, desde la perspectiva de género, las relaciones de poder que se construyen en un grupo de 20 parejas convivientes pertenecientes a dos municipios de la provincia La Habana. Para ello, se utilizó una metodología cualitativa, dada la naturaleza del objeto de estudio, el cual demanda la profundización en contenidos subjetivos, así como construir e interpretar la realidad a partir de las percepciones y experiencias del grupo de estudio a investigar. Los métodos empíricos utilizados fueron el Estudio de Caso, en su variante de Estudio de Casos Múltiples y la Observación de tipo no participativa. Los resultados principales que arrojó el estudio denotan que de manera general, en la muestra estudiada, la toma de decisiones sobre temáticas familiares se realiza de manera compartida y consensuada entre los miembros de la pareja. Existe una desigual distribución de tareas domésticas en el hogar, con una marcada sobrecarga para las mujeres. Respecto a la educación de los hijos e hijas, los hombres desempeñan un rol más pasivo a diferencia de las jefas de hogar, quienes ejercen un papel protagónico en este sentido. De igual forma, ellas expresan haber adquirido cierto empoderamiento en el marco de la familia y la pareja, lo cual se sustenta en el ejercicio de su rol como jefas de hogar, en el papel activo que desempeñan en el cuidado y la educación de los hijos e hijas, así como en el proceso de la toma de decisiones en el ámbito familiar. La principal conclusión de la investigación demuestra que aun cuando existen situaciones heterogéneas respecto a la construcción de las relaciones de poder en parejas donde la mujer ejerce la jefatura del hogar, estas continúan marcadas por la cultura patriarcal, pues coloca a las mujeres en situaciones de desigualdad fundamentalmente por la sobrecarga doméstica que presentan. Sin embargo, ellas vivencian un empoderamiento influenciado por el rol de jefas que desempeñan en el hogar y por su papel activo en la toma de decisiones.