Desde fines del Siglo XX y particularmente a partir del XXI la valorización financiera ha ocupado un lugar hegemónico en el proceso de valorización del valor y expansión del capital a escala mundial. Este proceso tiene múltiples manifestaciones, entre ellas resulta central la ampliación de los créditos para el consumo (tanto de las condiciones de acceso como de su cantidad). Esto desencadenó un proceso en el que las instituciones financieras se volcaron cada vez más hacia un nuevo y fructífero mercado: el de aquellos sujetos “sin garantías”, generando en estos sectores nuevas relaciones con el dinero, el consumo y la organización de la economía doméstica. Esto supone unas determinadas sociabilidades, vivencialidades y por ende sensibilidades sociales asociadas a su reproducción cotidiana. En el caso argentino en particular, son amplias las evidencias que señalan en la dirección de un mayor endeudamiento de las familias, fenómeno que también se registra a nivel global. Esta financiarización de la vida cotidiana – en particular de los sectores más pobres que no cuentan con las garantías tradicionalmente requeridas – viene siendo objeto de amplias controversias, en tanto mientras algunos sostienen que es necesario promover la inclusión financiera para salir de la pobreza, otros señalan las fuertes vulnerabilidades que puede acarrear debido a las desigualdadessociales, económicas, etc. en que se enmarca.Se incluye una complejidad adicional al considerarla vinculación entre los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) y lainclusión financiera de sus beneficiarios, en tanto recientemente proliferaron diversas iniciativas y programas buscan incorporar a sus beneficiarios al sistema financiero. El presente se propone un recorrido por la oferta de créditos al consumo dirigidos a los sectores “sin garantías”, desde un abordaje que integre los cuerpos y las estructuras de sensibilidades que performan en los sujetos. De este modo, se busca efectuar un mapeo de las sensibilidades sociales a las que aluden, para dar cuenta de ellos como procesos de estructuración social. La estrategia metodológica adoptada para tal fin es cualitativa, basada en el análisis de afiches y propaganda hallada en la vía pública, en internet y de entrevistas en profundidad a técnicos del sector público. Para ello, el trabajo se organiza de la siguiente manera: en primer lugar, se contextualiza el escenario en el que se inscribe la problemática planteada. En segundo término, se introducen los puntos de contacto con entre los PTMC y la inclusión financiera. Luego, se efectúa un análisis de la oferta de créditos para el consumo del Área Metropolitana de Buenos Aires, procurando efectuar un mapeo de las sensibilidades sociales a las que aluden. Por último, se esbozan algunas reflexiones como puntapié para la apertura de nuevos interrogantes.