El objetivo fue caracterizar, desde un enfoque de análisis multivariado, el perfil del público visitante del Museo del Jade, para establecer las características del consumidor cultural del producto museístico. Este se define a partir de ochenta y cinco variables, destaca que un mayor nivel de educación está relacionado con la frecuentación, dado que poco más del 70% de la población visitante tiene estudios universitarios (ya sea concluidos o en proceso). Las carreras predominantes fueron el sector educativo, sector salud y administración. Su público es joven, casi un 50% de este, corresponde a personas de menos de 30 años. Casi el 70% del público visitante es soltero/a. El 50% de la población ha visitado otro museo durante el último año, indicando que es un visitante activo e informado y no casuístico. Dentro del visitante nacional, predominan personas del área metropolitana, la población de la capital (San José) representa un 64%, reflejando la baja visitación de provincias alejadas y principalmente rurales del país. El marco teórico y conceptual del análisis se ubica dentro de la sociología de la cultura, específicamente con la propuesta del sociólogo francés Pierre Bourdieu, aplicada a la comprensión de los museos y sus públicos, donde se retoma principalmente la categoría de análisis de capital cultural, la cual se estudiará en sus tres estados: incorporado, objetivado e institucionalizado. Se utilizó un acercamiento metodológico de corte cuantitativo. Se trataron los datos con el objetivo de detectar las dimensiones subyacentes que se midieron con el instrumento y establecer las asociadas a la visitación, se aplicó un análisis de factores y posteriormente, el análisis de regresión logística. La muestra fue de 292 personas, seleccionadas con un muestreo de barrido, aplicada durante octubre y noviembre de 2016. Se comprueba que el público visitante del museo corresponde a un sector de población instruido y educado, que dentro de la teoría se denomina como capital cultural institucionalizado, donde dicha condición, aunado a otros elementos, crea y reproduce las condiciones de un grupo social (capital cultural objetivado), que visita el museo en tanto previamente obtuvo e incorporó elementos culturales y simbólicos para su disfrute y comprensión (capital cultural incorporado).