En el presente las universidades atraviesan profundas transformaciones producto de dos procesos vinculados. Por un lado, la fenomenal masificación del nivel superior a escala global y por el otro, la aparición y consolidación de nuevas concepciones en torno al derecho a la educación superior en la región. Procesos que, en el caso de la Argentina, han sido promovidos y actualizados a partir de la implementación de políticas socioeducativas que ofrecieron condiciones para hacer más efectivo el derecho a la educación superior o al menos el acceso a ella. Dichos cambios impactaron en las lógicas institucionales y especialmente en los actores universitarios, cuyas prácticas y representaciones fueron determinadas históricamente en un contexto de carácter selectivo antes que incluyente. En relación a esto, se busca analizar la reconfiguración de la vida universitaria, atendiendo particularmente a la dimensión moral y a la reflexividad que los actores desarrollan sobre sus comportamientos morales. En este sentido, el objetivo del trabajo es indagar sobre las valoraciones morales que establecen los y las docentes de primer año de la Licenciatura en Ciencias de la Educación sobre sus prácticas de enseñanza, particularmente en relación a estrategias didácticas y modos de evaluación de los aprendizajes, cuando se ponen en juego el acceso y la permanencia en una universidad nacional argentina. La intención de poner el foco sobre la dimensión moral al estudiar el acceso y permanencia se fundamenta en una perspectiva teórica metodológica acorde, como la etnografía. Por tal razón se realizaron entrevistas abiertas y observaciones con participación en espacios institucionales donde se desenvuelven prioritariamente los y las docentes (aulas, sala de profesores, áreas administrativas y de gestión institucional). Hasta el momento pudimos constatar que las nuevas condiciones sociopolíticas ponen frente a frente y de manera visible valores que los actores muchas veces consideran incompatibles a la vez que igualmente deseables, como pueden ser la búsqueda de calidad educativa y la universalización del derecho a la educación superior. Así pues, aquellos escenarios en los cuales obrar en conformidad con las disposiciones morales habituales implica un alto costo, suelen precipitar a los actores en dirección de la reflexividad moral, es decir, los induce a referir sus comportamientos a algún criterio o categoría que los haga aceptables ante sí o ante potenciales otros significativos.