En general, para individualizar el exilio y diferenciar a exiliados y exiliadas de emigrantes se han tenido en cuenta, casi en exclusiva, las condiciones de salida del país de origen y, en parte, las posibilidades de regreso al mismo. Sin embargo, estos criterios, a pesar de ser fundamentales, unidos a los que definen a la emigración “económica” y por tanto al emigrante, resultan insuficientes para categorizar la población española que llegó a Argentina durante el periodo comprendido entre 1946 y 1956. El objetivo de la presente ponencia es proponer una definición de exiliado y de “emigrante político”, término que por su validez y practicidad consideramos interesante rescatar, surgida de los interrogantes teórico-metodológicos encontrados a lo largo de nuestra investigación. Para ello tomaremos como criterios principales: las condiciones y motivaciones de salida, el compromiso con la política, las actitudes en el país de acogida y la consideración del retorno al lugar de origen. A pesar de ser conscientes de que las delimitaciones siempre son instrumentales y nunca resuelven todos los problemas surgidos durante una investigación, una vez establecidas las distinciones pertinentes centraremos nuestro estudio en el último flujo migratorio que se dirigió de España a Argentina en el siglo XX. Desde finales del siglo XIX y hasta la Guerra Civil española la emigración económica había coincidido puntualmente con la emigración política y con el exilio, pero ni estos dos fenómenos habían adquirido la magnitud de 1939 y de los años cuarenta, ni la primera había tenido tantos matices, sobre todo en lo referente a los motivos de partida, que dificultaran su catalogación como emigración económica en exclusiva. Si bien se ha tendido a relacionar el último ciclo migratorio a Argentina con motivos puramente económicos, es lógico pensar que bajo un régimen dictatorial existieron diversos factores que se sumaron a los anteriores provocando la emigración. Para profundizar en los mismos nos basaremos en testimonios de la nueva emigración de posguerra que confirman esta aseveración y añaden a las causas económicas de la migración otras de tipo social, psicológico y político derivadas en su mayor parte de las consecuencias de la Guerra Civil y de la implantación de la dictadura franquista. Por último, haremos hincapié en que la nueva ola emigratoria, a pesar de la emigración política y del exilio que incluyó, y de las similitudes que presentó en ciertos aspectos con el mismo, también se caracterizó por unos rasgos sociológicos y unas orientaciones políticas que la diferenciaron del exilio republicano y de la emigración comprometida antifranquista, dando cuenta de la complejidad de la inmigración española de posguerra en Argentina.