La localidad de El Bolsón (Río Negro) es subsidiaria de una imagen hegemónica que se extiende tanto a nivel local, como nacional e internacionalmente, y que se asienta en versiones románticas y acríticas de su historia. Las metáforas que mejor condensan dicha imagen remiten al “paraíso”, “El Bolsón mágico y natural”, un “refugio” donde sería posible evadirse de los problemas de las grandes urbes y comenzar una nueva vida a escala comunitaria, elocuentes especialmente para motorizar el mercado turístico e inmobiliario en auge en la zona. Desde la narrativa que las articula, las disputas que se expresan en el espacio público en torno al perfil deseado para la comunidad son vistas como ajenas a la lógica comunal, conflictos traídos “desde afuera”, que amenazan la armonía otrora reinante y que en la actualidad se vería violentada por el crecimiento urbano desmedido y no planificado, especialmente visible hacia finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Sin embargo, pese a esta narrativa, la historia de la comunidad ha estado marcada por la conflictividad y la estigmatización sucesiva de diversas otredades que fueron configurando la sociedad local y que se manifiestan cotidianamente en el creciente y diverso espectro de organizaciones sociales creadas a fin de denunciar las desigualdades históricas y transformar las relaciones de poder hegemónicas. Si bien suele haber cierto consenso entre los sectores conservadores y contestatarios en los símbolos territoriales que dan cuenta del “nosotros” comunitario, los sentidos asociados a ellos varían considerablemente, siendo objeto de luchas y tensiones entre los diversos grupos sociales, definiendo material y simbólicamente la trama urbana de la ciudad, y el campo político local y regional. Tales disputas ponen en evidencia los diversos marcos interpretativos (Goffman, 1974) desde los cuales puede leerse la realidad sobre la que se pretende incidir, ya sea para transformar o para mantener el statu quo, a la vez que sugieren la necesidad de explorar en las diversas trayectorias que han ido moldeando el espacio social en cuestión. A partir de testimonios de algunos protagonistas de los movimientos sociales contemporáneos, interesa aquí abordar la pregunta acerca de cómo se han ido generando los sentidos y representaciones que orientan su acción en la disputa política local y regional, y, mediante la idea de Halbwachs (1925) de marcos sociales de memoria, indagar en la incidencia que han tenido en su conformación las diversas trayectorias que construyeron el espacio social bolsonero hacia las décadas de 1970 y 1980, años de profundas reconfiguraciones de los movimientos sociales y la acción colectiva a nivel global (Jelin, 2003).