Durante el siglo XIII la República de Génova observó y participó de los distintos acontecimientos que en ella tuvieron lugar y en los que fueron protagonistas las grandes familias de la ciudad; así mismo su intervención en aquéllos de la Europa de entonces, particularmente con el Papado y el Imperio. El liderazgo de una de estas familias, los Fieschi, se hizo evidente cuando se agudizó la lucha entre el papa Gregorio IX y el emperador Federico II. En ese momento el mundo genovés se dividió en dos facciones políticas: rampini que apoyaron al Papa y mascherati al Emperador. Hacia el año 1243, luego de un tiempo prolongado, los genoveses recibieron con agrado la noticia de la elección de Sinibaldo Fieschi al Pontificado, quien lo hizo con el nombre de Inocencio IV, porque vieron en él un poderoso intermediario de la paz necesaria por entonces. En el nuevo Papa se destacaba su formación, su conocimiento, su habilidad política y su larga trayectoria en la vida de la Iglesia. Continuador del ideal político de Inocencio III, su objetivo era la supremacía universal de la Iglesia. La lectura de los Annali genovesi di Caffaro e suoi continuatori y la Cronaca della città di Genova dalle origini al 1297 de Iacopo da Varagine, constituyen la base fundamental de este estudio, que ha permitido conocer no sólo la actuación de las grandes familias genovesas, las relaciones estrechas que entre ellas se fueron dando, incluyendo las alianzas matrimoniales con un sentido netamente político; sino también comprender la actuación del Papa genovés en los asuntos internos de la ciudad, la relación con el Emperador, la convocatoria del concilio de Lyon que el mismo Federico II había impedido hacia 1241 y en el cual se planteó todo un programa de gran importancia para ese momento histórico verdaderamente complicado.