En el presente trabajo se abordará la incidencia del poder político local en la vida económica de los concejos, con particular atención en el papel de las regulaciones institucionales que impactan en los procesos de acumulación y en el desarrollo de las diversas actividades productivas. Las minuciosas normativas sobre las diferentes cuestiones que hacen a la vida de los municipios revelan el dinamismo de las estructuras bajomedievales y la multiplicidad de intereses que deben ser ordenados. Las actuaciones de los distintos funcionarios, sus incumbencias, la yuxtaposición de atribuciones entre los diferentes rangos de la administración, permiten advertir la importancia de los aparatos concejiles en las transformaciones de los siglos estudiados. El estudio de los oficios públicos, sus vínculos con la creciente burocratización de las funciones estatales y la tendencia a la patrimonialización de los cargos ofrecen el marco para reflexionar sobre las cualidades de los órganos de gobierno en el tránsito a la Edad Moderna y su relación con la dinámica estructural castellana. ¿Quiénes ocupan qué cargos? ¿Qué criterios de legitimidad se esgrimen para su ejercicio? ¿Qué tareas necesarias para la organización de las dedicaciones productivas son desempeñadas? ¿Qué conflictos surgen en la ejecución de sus funciones? Son algunas de las preguntas iniciales a partir de las cuales será posible reconocer el papel de los espacios institucionales de toma de decisiones en las posibilidades de desarrollos históricos diferenciados. De allí que la base erudita que sostiene esta contribución nos orienta a una indagación comparativa, cuyos resultados servirán para la identificación de tendencias generales en futuras investigaciones.