El estudio del Islam hispánico durante el periodo bajomedieval, es muy escaso en los ámbitos académicos de nuestro país. Sin embargo, creemos necesario su inclusión lenta y gradual, a fin de contemplar múltiples procesos históricos en los cuales se imbricó el colectivo musulmán. La civilización islámica que se desarrolló en los siglos medievales en España, formó parte de un amplio conglomerado de centros políticos que se extendieron por el Mediterráneo occidental y oriental. Los moros, mudéjares o sarracenos, denominaciones genéricas empleadas en la documentación del periodo para identificar a los musulmanes vencidos por los cristianos y que permanecieron en territorio hispano, desarrollaron variados mecanismos de solidaridad intraconfesional y familiar, para mantener los signos identitarios en una sociedad cristiana mayoritaria. Nuestro aporte a las presentes jornadas tiene por objetivo analizar algunas disposiciones sinodales sobre moros y “cristianos nuevos de moros”, utilizando este corpus castellano del período bajomedieval. Los sínodos diocesanos fueron en el Medioevo reuniones de los obispos con todos los clérigos de la diócesis y con una representación de las órdenes religiosas. De este modo, la finalidad del sínodo fue reformar las costumbres y fomentar la religiosidad del pueblo y el clero. Hacia finales del siglo XV, la corona castellana radicalizó sus posturas hacia los judíos y los musulmanes. Los edictos de conversión o expulsión, generaron diversas respuestas por parte de los moros. Pues estos se enmarcaban en una sociedad cristiana dominante y hegemónica, que temía al “otro” religioso que asolaba las costas mediterráneas y miraba con desconfianza al “cristiano nuevo”. En este contexto bajomedieval y de la modernidad temprana, la documentación sinodal constituye un excelente observatorio para estudiar qué imágenes se proyectaban sobre los moros, y para analizar las conductas de los que permanecieron en el Islam y de quienes optaron por la vida cristiana.