En el presente trabajo se intenta analizar cómo se ha procurado “encausar” al movimiento estudiantil a través de acciones estatales y paraestatales, poniendo el énfasis en el accionar de los centros de estudiantes de la escuela media. Los centros son organizaciones específicas de la participación político - juvenil en el ámbito estudiantil, que al igual que el activismo y la militancia política, se ha intentado reprimir, ya sea desde el Estado, con su arsenal legislativo - desmovilizante - represivo, o con dispositivos más violentos, con que cuentan los grupos paraestatales. Con la emergencia del sujeto juvenil como un nuevo y significativo actor político, que aconteció desde fines de la década de los sesenta (con su hito en el Cordobazo) hasta nuestros días (teniendo como corolario el movimiento de las escuelas técnicas contra el cambio curricular en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), la participación política dentro de la escuela media, con su dinámica propia de fuerte actividad y apaciguamiento, se ha sobrepuesto a estos duros avatares y en estos últimos años ha logrado revitalizarse, entrando en sincronía con el auge de la participación política juvenil característica de este nuevo clima, que se vive no sólo en el país sino a nivel mundial. Para realizar dicho análisis se utilizarán diferentes fuentes, sin desdeñar ninguna, pongamos por caso el estudio de algunas legislaciones (municipales, provinciales y nacionales) y sus modificaciones a lo largo del tiempo, como también diversos casos puntuales, acaecidos en distintos centros urbanos. Estos sucesos son significativos por su repercusión mediática, y aunque muchos de ellos han sido olvidados, fueron publicados en diversos medios (prensa de difusión masiva, prensa partidaria, boletines informativos, fanzines de diferentes agrupaciones o de centros de estudiantes, etc.) o rescatados en bibliografía específica o en textos de carácter biográfico. Lo que se pretende demostrar aquí es que más allá de las distintas modalidades que adquiere el ser joven, durante el período que analizamos, en el marco de las diversas experiencias organizativas, ya sea la actividad en torno a los centros de estudiantes, o a través de la participación de activistas - militantes políticos dentro de la escuela, tanto el Estado como los grupos paraestatales, no lograron impedir que el movimiento estudiantil se desarrollara de acuerdo a sus posibilidades.