La investigación surge producto de la crisis político-social que sufre la \\\'res publica\\\' a manos de las \\\'res privatae\\\' durante el siglo I a.C., lo cual desembocará en el triunfo de la \\\'res privatae\\\' de Octavio y la instauración paulatina y concreta de un nuevo modelo político conocido como Principado Romano. Aunque Erich Gruen (1995, 2da ed.) avala la crisis política en su libro capital y sigue las ideas de Syme (1960, 3ra ed.) y actualmente Sumi (2008, 4ta ed.), no logra conectar que dichos problemas conllevarán consecuencias en distintas esferas de la sociedad romana y del \\\'imperium romanum\\\'. Es por esto que frente a aquella problemática, esta investigación aborda las consecuencias político-religiosas del fin pragmático de la República pero no ideológico, el surgimiento de un nuevo y complejo escenario político a manos del \\\'princeps\\\' y el nacimiento de una familia imperial y la noción de un periodo amparado en las victorias militares (caso de ello inscripciones como Nicópolis en AE 1977, 778; incorporación de Egipto CIL VI, 701; la pacificación de los Alpes CIL V, 7817) y el componente de tranquilidad asociado a la \\\'pax\\\' (RG, 13: \\\"\\\'parta victoriis pax\\\"), pacificación (cuando Hispania entrega 100 libras de oro a Octavio Augusto cuando pacifica la provincia, CIL VI, 31267). Otro elemento es la religión. esta se consagra desde el año 43 a.C. por medio de la \\\'lex Rufrena\\\' (CIL VI, 872) que concede a Julio César la divinidad por ley y será dios del Panteón Romano. Octavio se ciñe a esta concesión y se llamará a sí mismo \\\'divi filius\\\' (hijo del divino), y este concepto se utilizará en buena parte de la Historia del Imperio. Otra característica será la renovación de los \\\'lares Compitles\\\' en \\\'lares Augusti\\\', significando que se rinde culto al \\\'princeps\\\' a su \\\'numen\\\' y a su \\\'genius\\\'. Como resultado esta investigación confirma la instauración de un gobierno personal, utilizando todavía el cuerpo republicano, pero diferenciándose cada vez más del antiguo modelo, llegando a ser el emperador Claudio quien instaure el sistema imperial como estructura administrativa regular. Además, se confirma que el proceso no fue homogéneo y sufre tensiones propias entre el paso de un gobernante a otro (muerte de Tiberio, Calígula y Claudio), desembocando en una fractura en el año 68 d.C. con la muerte del último emperador de la primera dinastía, Nerón.