Las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX fueron testigo de cambios sustanciales en diferentes cuestiones para la sociedad argentina. La inmigración europea, el crecimiento económico, el desarrollo de infraestructura destinado a la actividad económica. En este marco comienza a generarse en el campo de las ciencias una avanzada por parte de la medicina para desterrar cierto tipos de prácticas consideradas atrasadas, propias de ignorantes, o incivilizadas. Así en las primeras décadas del siglo XX como demostraba Ricardo Salvatore, se implantaría en la agenda de la medicina una búsqueda del control social. Preocupación que se encontraba ya en el XIX debido a las epidemias y endemias que azotaban al país como la fiebre amarilla, la malaria, el paludismo, el cólera, la tuberculosis entre otras. Asimismo existía otra plaga que debía ser eliminada de la Argentina, el curanderismo y la práctica ilegal de la medicina. Nuestra propuesta para este trabajo tiene como objetivo analizar algunas de las medidas propulsadas por los organismos encargados del control de la práctica médica contra la práctica médica indebida. Emplearemos para ello entre otras fuentes a las revistas del Departamento Nacional de Higiene, la Revista Médico Quirúrgica y Farmacéutica en donde se podían apreciar un ataque hacia sus competidores en el rubro médico y farmacéutico. También dentro de las corporaciones por estas revistas encontraremos personajes que veían con buenos ojos ciertos aspectos de la labor de los charlatanes y curanderos. Algunos llegarían a pensar que el “charlatán de hoy será el profesor del mañana” parafraseando a Arthur Conan Doyle. Por ello mismo se dedicarían al estudio de las técnicas y prácticas de los empíricos y curanderos, buscando la raíz científica de sus éxitos para poder apropiarse de ellos y aplicarlos en sus campos de acción. Ahora bien esto podemos encuadrarlo en la búsqueda de legitimidad, estudiada por Ricardo González Leandri, por parte de las corporaciones médicas y farmacéuticas quienes ante situaciones en las cuales la ciencia racional era incapaz de dar soluciones a los enfermos la medicina popular se hacía dueña de sus esperanzas y dinero. En síntesis, intentaremos plasmar la multiplicidad de cuestiones a las que se enfrentó una medicina que intentaba hacerse con el control del aspecto social de la población; pero que se afrontaba una realidad en la cual hasta los funcionarios políticos y jueces no hacían caso de sus reclamos de portadores del conocimiento científico que “mejorarían” las condiciones de vida de la población.