En Heracles de Eurípides, Lico toma el poder de Tebas durante la ausencia del héroe, quien ha descendido a los Infernos a cumplir su último trabajo. Justo a tiempo antes de que el usurpador del trono asesine a la familia real regresa Heracles pero es poseído por Lýssa y el mismo mata a su mujer e hijos. Anfitrión escapa gracias a la protección de Atenea, que le arroja una piedra al hijo de Alcmena para adormecerlo. Una vez que el héroe toma conciencia de lo que ha hecho decide suicidarse pero llega Teseo y lo persuade de continuar su vida en Atenas. En la presente investigación me propongo estudiar el proceso de feminización que sufre el protagonista en el episodio de locura y la violencia que caracteriza su forma de actuar con el objetivo de aportar datos sobre la representación de la locura en la Antigüedad. El interés por esta tragedia radica en la particularidad de la presentación del héroe que realiza Eurípides. Heracles al ser poseído por una divinidad femenina comete un infanticidio utilizando el arco y la flecha, así la violencia propia del guerrero es llevada al interior del palacio, y recae en el interior de la familia como es costumbre en las tragedias euripideas. En primer lugar indagaré la alusión a lo femenino en la terminología referida a la locura y los hechos cometidos por el héroe. Esto le permite al tragediógrafo cuestionar la valentía propia del modelo heroico épico y explorar la figura de Heracles que se caracteriza por la ambivalencia y las formas contradictorias en las cuales ha sido presentado en la cultura griega clásica. Entre estas contradicciones se encuentran: lo humano y lo bestial, lo serio y lo burlesco, la sanidad y la enfermedad, la salvación y la destrucción, la libertad y la esclavitud, lo humano y lo divino, lo viril y lo femenino. Ahora bien estas formas contradictorias se caracterizan por el exceso y la violencia, un estado de descontrol que en el caso de esta tragedia es llevado al extremo con la presentación del fenómeno de locura.