El objetivo general de este trabajo es analizar el sistema bancario argentino a fines del siglo XX, período en el cual se produjeron profundos cambios y transformaciones que trastocaron al sistema financiero argentino. La propuesta es examinar la metamorfosis que sufrieron algunas entidades bancarias a fines de la década de 1990 esencialmente en el plano estructural, y por este medio llegar a diferentes planteos que permitan entender un poco mejor el período y dilucidar cómo funcionaba en ese momento el sistema financiero argentino, ya que existen variadas opiniones sobre el mismo. En cuanto al objeto específico de la investigación este trabajo se centrará en él estudio y análisis de un banco en particular. Es el Banco Medefin UNB S.A. entidad que llegó a su fin a mediados de 1998 por varias causas que se intentaran dilucidar a lo largo de su observación. Este banco fue inaugurado en 1962 con capitales nacionales, entrados los años noventa comenzó a ser financiado por capitales extranjeros, luego del efecto tequila entró en un período de reacomodamiento financiero, se fusionó con otra entidad en crisis como una estrategia de persistencia hasta finalizar quebrando en el año antes mencionado. Interesa utilizar este estudio de caso como claro ejemplo, ya que una gran cantidad de las entidades cambistas que conformaban el sistema financiero de este período pasaron por una experiencia similar a la vivida por este banco. Muchos analistas e historiadores económicos han propuesto y comenzado a utilizar el concepto de “reestructuración financiera del sistema económico argentino” para referirse y analizar las medidas, principalmente de corte económico, que fueron empleadas en este período, y el cual consideramos verdaderamente apropiado. Pero lo que es de mayor interés, como objetivo específico de este trabajo, es examinar el cambio que se produjo en la estructura del sector bancario; el mismo poseía entidades de variadas características en las cuales se pueden encontrar las públicas, cuyo capital es aportado por el estado, las privadas, cuyo capital es aportado por accionistas particulares; bancos mixtos, cuyo capital está formado por aportes de privados y públicos, y los bancos cooperativos.