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El sujeto propietario moderno. Antecedentes económicos, políticos y culturales de los siglos XV y XVI
Lagarrigue y Maximiliano.
XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 2013.
Resumen
Entre los muchos conceptos políticos que emergen en la modernidad clásica europea el de propiedad puede tenerse, sin duda, por uno de los más significativos. Dicho concepto, no sólo atestigua el surgimiento del modo de producción capitalista, y el desarrollo de las teorías políticas republicano-liberales, sino que además da cuenta de la emergencia de un nuevo tipo de sujeto: el individuo moderno. Así la historia de la propiedad no sólo transita por los carriles de la política y de la economía, sino que ella también se enmarca en una serie de transformaciones subjetivas que dieron por resultado la imagen de un individuo capaz de imponer su voluntad sobre las cosas decretando en el acto mismo un derecho exclusivo sobre el bien. No obstante, para entender cómo fue posible alcanzar tal idea de propiedad es necesario dar cuenta de una serie de situaciones históricas que durante los siglos XV y XVI contribuyeron a la formación y enaltecimiento del sujeto propietario. La primera situación está asociada al nacimiento del Estado moderno y a los procesos de juridización de las relaciones económicas. Es decir, a la adaptación del Corpus Iuris Civilis de Justiniano a una sociedad de tipo mercantil simple. Dicha adaptación surge como consecuencia, no sólo del florecimiento comercial y mercantil de ciudades como Boloña, sino también como resultado de despojos, conquistas y privatización de tierras de mano de los Estados renacentistas. La segunda situación histórica atañe a la entronización de un individuo capaz de gobernar a la naturaleza. El valor del individuo cuya voluntad se impone a las cosas puede rastrearse tanto en la noción de un cuerpo propio, como en el avance de la ciencia y en los elogios morales hacia el hombre trabajador. Desde Paracelso a Vesalio, desde Erasmo a Vives, o desde Da Vinci a Bacon el individuo con cuerpo propio, trabajador y conocedor de la natura irrumpe por primera vez en escena. Por último, la situación librada en el ámbito de las discusiones filosófico-políticas entre monarquistas y antomonarquistas en torno al derecho de propiedad y que, ya sea defendiendo la libertad del individuo o la potestad del soberano, solo encuentra su justa explicación en relación con las situaciones económico-políticas y culturales previas. Así, el triunfo de la idea de un sujeto racional con derecho exclusivo sobre lo deseado y trabajado, como lo decretara en el siglo XVII John Locke, guarda por antecedente histórico tales procesos. El presente escrito apunta a reconstruir las situaciones mencionadas con el objetivo de arrojar luz sobre el concepto moderno de propiedad.
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